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Las 10 obras más destacadas de ARCO 2021

Ha sido (hasta el momento de la redacción de ésta nota) una edición para apreciar en calma y en silencio las obras de arte. Quizá no sea ese el espíritu de una feria, sino más bien el de una galería. Pero quizá, lo que la crisis postpandémica nos dejó de positivo fue volver a la oportunidad de la serenidad y la contemplación. Algo que cualquier comprador podría apreciar... a pesar de los nervios de los galeristas, claro está.



Ricardo González


ARCO está para complacer todos los gustos y los colores. Lo mismo hay un Jesús Soto (una obra del venezolano es la más cara de éste año, 1.300.000 euros) que un artista en ascenso; obras para complacer la vista, obras para remover la conciencia y obras que consiguen el balance perfecto: lo espiritual en el arte.


Éstas son para nosotros las obras más destacables de la edición 2021.


10. Hermann Nitsch, action penis irrigations, 1960's (en Galerie Kandlhofer)

Siempre es bueno una buena dosis de historia, mejor si se trata de una lección de una etapa maldita, de esas que nunca te suelen contar ni en las universidades más vanguardistas. Hermann Nitsch (1938) fue un pilar fundamental del accionismo vienés y fundador de la Orgen Mysterien Theater (Teatro de Orgías y Misterios), una especie de proyecto en el que las ideas de Nitsch se fundían para dar lugar a “acciones” colectivas donde se exploraban de manera profunda y fiel las raíces y la fuerza del ritualismo antiguo, lo que ocasionaba que a veces se llevasen a cabo sacrificios a animales... y autoflagelación humana.


Nitsch y compañía buscaban recrear las fiestas dionisíacas de la antigua Grecia, "orgías de sangre" con grandes cantidades de tomates, uvas, sangre y pintura. Pretendía la experiencia en todos los sentidos; un acto de comunión colectiva donde se come carne con el vino de la cosecha más reciente y se asiste, en una acción que combina la belleza con la más visceral repulsión, a la procesión, degollación y descuartizamiento de animales. La música se confundía con el grito de las bestias y el perfume de los inciensos con los olores animales.


Las obras que se presentan en ARCO son la primera impresión de fotografías de las representaciones de "irrigaciones en el pene", de 1965 y presentan a colaboradores de Nitsch con sangre e intestinos de cordero. El final de la falocracia.


Hermann Nitsch, action penis irrigations, 1960's
Hermann Nitsch, action penis irrigations, 1960's

9. Gonzalo Elvira, Bauhaus 1919 (modelo para armar). Galería Rocío Santa Cruz.

Precisamente, parte de aquélla falocracia habría sido la escuela de la Bauhaus, fundada en el año 1919 por Walter Gropius durante la república de Weimar.


'Bauhaus 1919, modelo para armar' es el título del proyecto de Gonzalo Elvira que esconde un juego de palabras entre el año de creación de la escuela y el título del libro '62/Modelo para armar', de Julio Cortázar.


La escuela contaba con un cuerpo de docente brillantes (Paul Klee, Vassily Kandisnki, Moholy Nagui, Marcel Breuer, Josef Albers, Johannes Itten...) en el que las mujeres eran relegadas a los talleres de textil y cerámica en lugar de aquellos departamentos por los cuales ha hecho historia, como la arquitectura o la carpintería, alegando que las mujeres tenían problema con la tridimensionalidad.


Por fortuna, Gonzalo se ha encontrado con un libro de fotografías de aquéllas profesoras y estudiantes y las ha dibujado (en ARCO presenta 44 piezas) con el fin de rescatar su memoria y llevarlas a las paredes de las galerías y museos donde siempre han debido estar.


Gonzalo Elvira, Bauhaus 1919 (modelo para armar), 2021
Gonzalo Elvira, Bauhaus 1919 (modelo para armar), 2021

8. Sandra Vásquez de La Horra, el amanecer y atardecer de las civilizaciones, 2021.

En Bendana i Pinel.

Sin duda, el feminismo es uno de los temas recurrentes en éste ARCO "sin temas". Y no podría ser de otra manera tras la presencia de Sandra Vásquez de La Horra.


La artista chilena-alemana a quienes en Liceo hemos llamado 'La Madre del Dibujo Contemporáneo' tras su constante investigación y plasmación de lo "sagrado femenino" presenta su evolución en su último dibujo-escultórico. Tomando una casa como base - como viene haciendo desde que decidió probar la tridimensionalidad - "el amanecer y el atardecer de las civilizaciones" parece ser un homenaje y una muestra de su personaje recurrente como base de la historia y decirnos en una sola pieza: "Todo es mujer".


8. Sandra Vásquez de La Horra, el amanecer y atardecer de las civilizaciones, 2021.
8. Sandra Vásquez de La Horra, el amanecer y atardecer de las civilizaciones, 2021.

7. Beth Moyss, Taller de Costura, 2021. (Galería Fernando Pradilla)

Otro gran ejemplo del feminismo citado es el 'Taller de Costura', de Beth Moyses. Un performance/instalación en el que una humilde mujer (que representa a su madre) cose cientos de gasas médicas con las siglas de las mujeres asesinadas en España por sus parejas en los últimos quince años.


"En ocasiones la vida nos coloca ante acontecimientos que reclaman nuestro compromiso con ciertas causas sociales; estamos inmersos en un contexto social de significados, entretejidos en las formas del lenguaje y la cultura, que se combina y difieren, configurando la manera en que percibimos la realidad. Dice Moyses en el texto que acompaña a la obra. "Como mujer he sido marcada por muchas situaciones vividas durante mi infancia. Fui consciente de la desigualdad, las injus­ticias y la violencia doméstica que sufren las mujeres. Por eso creo en un arte capaz de reparar, transformar y sanar. Un arte que va

mas allá de la forma".


Beth Moyss, Taller de Costura, 2021.
Beth Moyss, Taller de Costura, 2021.

'Taller de Costura' se compone a su vez de varias piezas, como 'Mil ataduras', una obra en proceso compuesta por una escultura y una performance, que representa el recuerdo de Moyses cuando despertaba cada mañana con el ruido de la máquina de coser de su madre, quien se ganaba el sustento confeccionando vestidos para otras mujeres.


"Ahora, al cambtar las telas de los vestidos por gasas médicas hago un homenaje a más de mil mujeres asesinadas por sus parejas en España en los últimos quince años".


Frente a ésta "performance" un grupo de fotografías muestra frases de empoderamiento como "ahora estoy despierta y no quiero dormir más".



6. Oliver Laric, Ram with human, 2021. En Pedro Cera.

Otro trabajo que nos lleva de viaje y vuelta por la historia e incluso el origen del arte es 'Ram with Human' que el austriaco ha realizado éste mismo año. Una auténtica metáfora de las "idas y venidas de los grandes relatos". Basada en un escaneado 3D de una escultura de mármol original del siglo II, representa a Ulises y sus hombres huyendo de la cueva del cíclope Polifemo.


El trabajo de Oliver Laric convierte cualidades de la era digital, como la reproducción, la variabilidad ilimitada y la distribución instantánea, en el ámbito físico. Sus esculturas escaneadas en 3D desafían nuestra comprensión del arte y los modos convencionales de institucionalización del mismo, incluyendo las ambigüedades legales de los derechos de autor y los derechos de uso. Su esfuerzo por hacer que el arte que tradicionalmente está encerrado en el espacio del museo sea accesible a una sociedad cada vez más digital, independientemente de los límites sociales, geográficos o culturales, democratiza el arte al despojarlo de las limitaciones de la propiedad privada. La naturaleza antropomórfica, característica del trabajo de Laric, sugiere entonces un interés más amplio en la hibridación de la materia y la vida, como se describe en la era digital actual.


En otras palabras, no importa cuántas veces te cuenten la misma historia, sino cómo te la vuelven a contar. Y esa es la genialidad del "nuevo autor".


Oliver Laric, Ram with human, 2021.
Oliver Laric, Ram with human, 2021.

5. Paul Hutchinson, Last Kings (I), 2019. En Galerie Russie Klenner.

Paul Hutchinson (Berlín, 1987) es uno de los artistas más jóvenes de ARCO 2021. El fotógrafo alemán se ocupa de fenómenos sociales de urbanismo, la cultura juvenil contemporánea y las circunstancias de movilidad social que tanto han afectado a Alemania en los últimos años.


En sus fotografías y textos líricos, encontramos momentos de intimidad y fragilidad, situaciones de la vida cotidiana y referencias al crecimiento en espacios urbanos. Sus imágenes se mueven entre estética documental y poesía artística.


Los protagonistas de su obra son diversos: desde arquitectura social, elementos de la ropa juvenil o escenas en el metro, demostrando la vulnerabilidad y la incertidumbre, pero también la belleza de éstos "transeúntes".


Para hacerlo además mucho más real y cercano, Hutchinson combina imágenes de alta resolución con fotos tomadas con su propio teléfono móvil o líneas poéticas con canciones populares, promoviendo el diálogo entre diferentes estratos sociales.


Paul Hutchinson, Last Kings (I), 2019.
Paul Hutchinson, Last Kings (I), 2019.

4. Rebecca Ackroyd, Mandy, 2018. En Peres Projects.

Hay mucho del espíritu de nuestros tiempos en ésta figura de la artista residente en Berlín. Nuevamente, el feminismo es su línea de trabajo, pero en ésta "Venus" del siglo 21, el perfeccionismo es sustituido por el caos. A propósito. Ackroyd escoge material como el plástico, la cera e incluso cabello sintético para dar vida a su musa; ¿su idea? Insuflar a la obra de la velocidad de éstos días: a diferencia de aquéllas esculturas clásicas a las que el artista le dedicaba meses e incluso años, Ackroyd quiere comulgar con la velocidad de éstos días: Mandy es como un reggaetón compuesto de un día para otro. Es una autocrítica de la propia calidad de la obra de arte actual en general: "¿para qué preocuparse de esculpir una perfecta cabellera si con una peluca la puede solucionar y la gente la va a consumir igual?".


El físico o el cuerpo también es importante para Ackroyd pero nuevamente la ironía es su mejor aliada. Mandy no es ni mucho menos perfecta, incluso se arriesga dando la espalda al público que se ve obligado a meterse casi contra la pared para observar su particular rostro. Es otro de sus grandes aciertos: llamarte y obligarte a interactuar con ella. Una propuesta sencilla con un logro gigantesco.


Rebecca Ackroyd, Mandy, 2018.
Rebecca Ackroyd, Mandy, 2018.

3. Gino Rubert, to be titled, 2021. En Galería SENDA.

El "star system" del arte catalán protagoniza éste tríptico de la galería Senda que muy pronto ocupará el espacio de su comprador, el Museo Nacional de Arte de Cataluña (no podría ser de otra forma). Una fiesta algo bizarra y surrealista a la que acuden todos éstos personajes y que ha terminado cautivando a todos los transeúntes por los pasillos de ARCO.


Gino Rubert, to be titled, 2021.
Gino Rubert, to be titled, 2021.

2. Radenko Milak y Roman Uranjek. DATES (La Balsa Arte).

Ya en lo Mejor de la Semana del Arte de Madrid 2021 dimos un primer lugar a una colaboración como fenómeno creciente (Javier Félix e Iván Villalobos creando su 'Cadáver Exquisito' a partir de obras de Cruzeiro Seixas). Ahora en ARCO nos volvemos a encontrar con una serie de obras compuestas a cuatro manos, 'DATES', de Radenko Milak (Yugoslavia, 1980) y Roman Uranjek (Yugoslavia, 1961). Un proyecto en el que ambos artistas vienen trabajando desde 2013.


Tras un encuentro en redes sociales, ambos hallaron coincidencias sorprendentes, pues Milak había comenzado a publicar las imágenes de su serie ‘365’, mientras Uranjek

venía, desde el 2002, elaborando un diario llamado ‘Al menos una cruz al día’, el cual

publicaba en la red. Dos perspectivas sobre el tiempo y la historia se cruzan al azar para

dar inicio a un intercambio sorprendente de temas, ideas y percepciones históricas

entre dos artistas con un origen común: la exYugoslavia.




En Milak, las imágenes salen de la prensa, la propaganda, los libros históricos y el cine, optando por una imagen depurada en aguadas monocromáticas; sus imágenes, la memoria visual de la modernidad, o de los tiempos presentes. Alude con frecuencia al accidente, a la guerra y a los desastres derivados de la técnica y la guerra.


Uranjek usa material proveniente de libros, revistas e impresos, lo cual privilegia en su obra el uso del collage, la incursión gráfica y el color. Sus contenidos suelen examinar las vanguardias del siglo XX, (siendo su cruz recurrente un signo derivado de Malevich) y la tríada arte, política y guerra en la sociedad de la Europa Oriental.



1. Agustín Ibarrola, Guernica, 1977 (Galería José de la Mano).

No podría ser de otra manera. ARCO 2021 ha girado en gran medida alrededor (o frente) al gran mural "sin ser mural" de Agustín Ibarrola, una obra histórica que se encontraba suspendida en el estudio del propio artista en Gametxo y que José de la Mano "redescubrió" buscando piezas geométricas de Ibarrola para otra exposición.


Ibarrola (Basauri, 90 años), que lleva algunos años retirado de la vida pública, actualizó la reivindicación y la protesta que, 40 años antes, Picasso había impreso en su cuadro. Era 1977 y el artista vasco, que ya había incluido motivos del Guernica en una serie de estampas, volvió a esta obra para crear en 10 paneles una nueva versión.


Las grandes y largas rejas son las protagonistas de éste metahomenaje. Ésta vez los personajes del pueblo vasco están encarcelados, como los recuerdos de Ibarrola sobre sus años en prisión por su militancia comunista. "Las rejas me estaban impresionando mucho. Al atardecer golpeaban las rejas con una barra de hierro para comprobar que no estuvieran cortadas y hacían un ruido que yo visualizaba en forma de rayas”.


Muchos años de luchas políticas, sociales y personales (como el propósito original de la obra de abogar por el traslado del Guernica de Picasso al País Vasco) han pasado desde la concepción, creación y exposición de ambas obras. Pero su sólo nombre o presencia nos sigue recordando, en mitad de cualquier celebración, los horrores de la guerra y la guardia atenta a nuestra democracia.


Agustín Ibarrola, Guernica, 1977
Agustín Ibarrola, Guernica, 1977

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