Cinco años después de “For We The Living”, el prodigio normando ofrece con su nuevo disco una pieza deslumbrante, magistral y vanguardista, sobre la que se esconde la sombra de Philip Glass.
Briac Julliand.
Siempre ha habido un sentido de la estética muy cinematográfica en Superpoze. Tanto en las portadas de sus álbumes como en los clips que acompañan a sus temas, el músico siempre parece haber considerado un punto de honor ampliar la experiencia de sus canciones desde una perspectiva de mediación entre los medios de audio y video. Tanto en 'Opening' (2015) como en 'For We The Living' (2017), Gabriel Legeleux ha sabido desarrollar un discurso transdisciplinar, como para atribuir a sus creaciones una carga demasiado simbólica, a menudo despojada de la música instrumental durante los cinco años que separó a 'Nova Cardinale' de su último disco, acompañando mientras tanto a otros músicos que colaboran en el álbum (Lomepal, Alex Beaupain) así como en sus representaciones teatrales (P.R2B), pero también -y como era de esperar- invirtiendo su arte en cine (junto a Ladj Ly y Stéphane de Freitas para el documental 'Voice Up', de 2017, o con Rodolphe Lauga en 'La Source', cuyas bandas sonoras firmó).
Contemplaciones imaginarias Como una forma de aglutinar un modo de operar que inicialmente uno imagina más solitario y, quizás, de completar un primer ciclo (¿el más explícito?) de su carrera. En cualquier caso, así te sientes cuando escuchas el nuevo proyecto de Superpoze, tanto que evoca una fuerza evocadora que parece dotar a la grabación de un lenguaje propio, permitiéndole prescindir de cualquier otro soporte para existir. Insistiendo en una afirmación sobre la preciosidad de una “música puramente instrumental, que no acompaña nada, que se emancipa de toda función, que está al servicio de nada más que de sí misma”, el productor confirma un cambio de paradigma que se transcribe primero en el sonido electrónico. música que caracteriza el enfoque de Gabriel Legeleux.
Nunca hermética, 'Nova Cardinale' recupera tanto las épicas composiciones de Justin Hurwitz (en 'Geneva') como las sublimes orquestaciones de Philip Glass (en 'A Ballet of Life and Death') o Joe Hisaishi ('Parabel'). Como si Superpoze hubiera sido capaz de traducir contemplaciones imaginarias en sonido, la música de este nuevo proyecto recuerda una película inventada y única, cuyos marcos y decorados en evolución pertenecen solo a la audiencia. Alimentado por su experiencia en la composición de bandas sonoras, el músico logra renovar su enfoque sin desfigurarlo ni vaciarlo de sustancia, y aquí ofrece un espectáculo de rara precisión. 'Nova Cardinale' está a la venta desde éste 25 de Marzo. También puedes escucharlo completo aquí:
(Éste artículo apareció primero en la revista francesa 'Les inrockuptibles')