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Pablo Sola: El Monstruo Hermoso


Pablo Sola es uno de los artistas contemporáneos más brillantes de la fotografía realizada en España, gracias a una exacerbada sed de conocimiento que siempre lo ha mantenido creando y estudiando la imagen al mismo tiempo. Comenzó con 19 años en la Bienal de Jóvenes Creadores de Europa, en Nápoles, y pronto estaría exponiendo en PHotoEspaña y desarrollando su trabajo como retratista para revistas como «Rolling Stone» o «Cinemanía». Mientras, seguía exponiendo sus trabajos más artísticos en festivales como el Art Bubbles a San Salvario, en Turín, o el International Festival Of Photography In Lodz de Polonia. «Gods & Monsters», una exposición en conjunto con David Trujillo y Jesús Gironés supondría su «presentación en sociedad». De allí, al olimpo de la fotografía contemporánea.

Mientras se encuentra en su estudio preparando un nuevo proyecto con Ricardo Recuero, que espera anunciar antes de que termine el año, se toma su tiempo para reflexionar junto a Liceo Magazine sobre su carrera y su obra.

Pablo, tú has logrado algo muy difícil en la fotografía de estos tiempos: construir una personalidad estética única, prácticamente imposible de imitar... ¿cómo lo has conseguido?

- No es algo planeado, simplemente me dejo guiar por los impulsos y estímulos que recibo de cualquier cosa que pasa a mi alrededor. Suelo hacer una mezcla bastante dispersa de los registros que me gustan para finalmente ordenarlos y recrear la idea en la fotografía. Lo que si es cierto es que me gusta tener una unidad estética en todo lo que hago, me permite entremezclar unos proyectos con otros como complemento y por supuesto que se haga más reconocible mi trabajo, aunque como digo anteriormente es algo que sale de forma natural, no premeditada.

¿Cómo te autodefinirías entonces?

- Principalmente como un artesano. Todo pasa por mis manos. Desde el boceto al estilismo, pasando por el atrezzo, de todo me ocupo yo o busco colaboración con gente que sé muy bien que pueden llegar a crear lo que tengo en mente. Algo controlador quizás, pero al final es lo que me permite centrarme para que el resultado sea lo más fidedigno a la idea inicial, es algo esencial, aunque siempre cuento con el factor "último momento" que es lo que le da ese punto de vida a la fotografía que realizo tan teatral e incluso enmascarada.

¿Te ves más en una galería o en una revista de arte o moda?

- He probado las tres vertientes, considero que todo es compatible y complementario. La oportunidad que brinda un campo de trabajo te puede llevar a otro, además ahí está lo divertido de adaptar el concepto, desarrollar y colaborar con otros creativos para descubrir nuevas facetas que no se conocen del mismo. Las galerías son como el edén de los artistas, donde ves la luz al final de todo ese proceso creativo de un proyecto que has tratado con esmero y cariño al cual quieres darle voz al mundo. En el caso de las publicaciones es similar pero contando con un alcance más de a pie pero menos íntimo y personal que un proyecto destinado a exponer.

¿Quiénes fueron tus grandes maestros?

- Sin duda alguna los directores de arte que desarrollaron sus carreras durante las décadas de los 80s y 90s. Ellos nos hicieron descubrir estéticas, personajes, salidas de norma en cualquiera de los ámbitos, en música, cine, televisión, etc. Una vez ahí cada uno acogemos como maestros a los más compatibles con nuestra naturaleza creativa.

- Siempre me atrajeron mucho aquellos artistas que recreaban escenas disparatadas, excéntricas, crudas e incluso dolorosas. Aquellos que experimentaban con ellos mismos o trataban de transformar el entorno o al personaje en algo que seguramente sea fruto de su subconsciente. Recuerdo que consumía mucho contenido visual durante mis estudios de arte, contaba con una colección de vídeos musicales, discos que compraba simplemente por la portada, cómics, películas,... todo eso hizo que empezase a conocer a artistas que me inspiraban a crear y que más tarde me llevaron a investigar otros. Los que más me han marcado son Cindy Sherman por su capacidad de transformación, es algo con lo que me gusta jugar en mis auto retratos, o Diane Arbus y Nan Goldin que mostraron la crudeza cotidiana que más tarde yo he llevado a mi terreno en forma de teatro. Sin olvidarme de directores de vídeos musicales como Sophie Muller o Floria Sigismondi.

¿Cuáles consideras que han sido los "highlights" de tu carrera?

- Creo que aquellas imágenes que hice desde la menor pretensión, aquellas en las que necesitaba decirme algo a mi mismo, sacar ese nudo de mi garganta e experimentar con el pudor a expresar ciertas cosas. Supongo que algunas se hacen icono para mi dossier, exposiciones o publicaciones; normalmente las más requeridas para los que conocen mi trabajo. Siempre hablo con mucho orgullo sobre las fotos que hice junto a mi madre que sin duda son de una carga muy potente, esa sería quizás la más representativa. Después entiendo que los "highlights" más destacables han sido las diferentes oportunidades que me han brindado para crear un proyecto expositivo desde la máxima libertad de creación, como en el caso de mi exposición en Les Bernardes que recuerdo con cariño gracias a sus comisarios Pere Parramon y Laura Cornejo que junto a Robert Fabregas el director del antigüo convento hicieron de aquella experiencia un gran aprendizaje que no olvidaré nunca.

También te hemos visto colaborar con otrxs grandes artistas visuales. Socatoba, por ejemplo. ¿Cómo te nutres de estas colaboraciones y con quiénes más te gustaría colaborar?

- Normalmente surgen de encuentros en los que conoces al otro artista, empiezas a hablar del trabajo de ambos y descubres que hay puntos en común que dan a una colaboración muy interesante. En el caso de Socatoba fue más o menos así, nos presentó un amigo en común, el artista Nino Mazza, en los pasillos de un hotel donde se celebraba una feria de arte, comenzamos a hablar y a alucinar el uno con el otro. Fueron pasando los años y nos convertimos en amigos y de vez en cuando nos obsequiamos mutuamente con algún retrato.

- Lo importante de estas colaboraciones es el aprendizaje del proceso del trabajo del artista en cuestión y en mi caso experimentar la sensación de estar al otro lado. Siempre que he colaborado con alguien ha sido con el convencimiento de que hay que darse por completo y ser generoso con el artista. Espero seguir encontrando en el camino a más artistas que se interesen en colaborar conmigo. Mientras, sigo con obsesión el trabajo de Aleksandra Waliszewska, esa sería una colaboración de sueño mezclado con pesadilla pero muy gratificante.

¿Cómo abordas tus proyectos? Es decir: cuéntanos un poco sobre tus procesos creativos.

- Normalmente surgen de un flash que atraviesa mi mente con una imagen concreta, y a la inversa que en muchos procesos de creación yo investigo muchas veces sin tener la menor idea de "por qué" esa imagen viene a mi. Debe ser la cantidad de información que manejamos al día que siempre queda algo en algún rincón de la mente que te hace llegar a eso y empezar a trabajar sobre el tema, unas veces son propias experiencias que llevas a la fotografía a través de irrealidades que siempre remiten a algo o alguien de la vida real. La intención de mis proyectos no es otra que expresarme a través de ellos, aprender de cada investigación y avanzar técnicamente.

Y por cierto, cuáles son tus próximos proyectos...

- Desde hace meses he estado trabajando en un proyecto junto a Ricardo Recuero en el que estamos poniendo mucha ilusión y esperemos vea la luz antes de final de año. Por otra parte se me están presentando pequeñas oportunidades en el camino muy interesantes como teatro o música. Y como siempre seguir creando por mi cuenta mis diferentes proyectos abiertos, sin cierre alguno, donde siempre hay cabida a más fotografías que los complementen.

¿A dónde te gustaría llegar como artista?, ¿En qué otro campo te gustaría desarrollarte o hacia dónde te gustaría expandir tu obra?

- Pensar en algo así a mi particularmente me quita la emoción, quiero llegar a donde lleguen mis ideas, que espero no escaseen con el paso del tiempo y sirvan para inmolarme en proyectos cada vez mayores en los que podamos contar con los medios necesarios para llevar a cabo. Quizás pienso así porque me atrae mucho el mundo de la instalación a gran escala y mi curiosidad me llevaría por ese medio de expresión, acercarme a la escenografía y crear imágenes monstruosas.

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