Aunque nacido en Francia, Nicola Cruz, de familia ecuatoriana, se ha dedicado a reconectar y promover sus raÃces latinoamericanas, especÃficamente andinas, desde que lanzara en 2015 su primer trabajo, 'Prender el alma', con el cual ganó inmediata popularidad en la escena mundial de la electrónica, fungiendo hoy como una suerte de enlazador de mundos, un embajador de la cultura musical autóctona de esa región.
En 2017, Cruz se unió a otro músico, Rodrigo Gallardo y presentó junto a él el álbum colaborativo "El Origen", que incluÃa, entre otros, un homenaje a la chamana mexicana MarÃa Sabina, mejor conocida como "La Mujer EspÃritu", cuyos cantos, a partir del uso de hongos alucinógenos, han encontrado forma de sortear el tiempo y labrarse en la memoria colectiva como uno de los iconos de la exploración trascendental alrededor del mundo y de la tradición mÃstica de México.
Ahora, Cruz, con apenas 30 años, está de vuelta con su trabajo más experimental hasta la fecha, 'Siku', el cual abre con 'Arka', un track grabado en el interior de un volcán inactivo ubicado a las afueras de Quito. Junto con el flautista argentino Esteban Valdivia –una de las muchas colaboraciones que incluye el álbum– Cruz hace resonar los ritos ancestrales destinados a honrar el fuego.
Ritmos orgánicos con sabor a viento andino, envueltos en instrumentos tradicionales y un siempre refrescante beat, 'Siku' destaca como una joya de la electrónica latino-ritual, un movimiento que obviamente va más allá del talentoso Nicola y que invita, de forma deliciosa, a resonar con las raÃces del inspirador linaje indÃgena que todo latinoamericano debiera presumir.
Con información de ecoosfera.com y masdemx.com