A propósito de Art Madrid 2020, la sección Proyector presentó como invitado al cineasta y artista visual Lois Patiño, quien dictó la clase magistral "el tiempo y la imagen". Una oportunidad más que perfecta para indagar en la obra de uno de los mayores y más profundos talentos que haya dado Galicia en los últimos años.
De la religión, a Lois Patiño (Vigo, 1983) sólo le interesa su raíz: la unión del tiempo y el espacio. El cine es movimiento, pero Lois lo trabaja en su mínima expresión: debes contemplar mucho para encontrarlo en su obra: en una ola, la burbuja hirviendo en un mar de lava, un esquiador perdido en la montaña, una oveja comiendo su paja... es un misticismo zen al que quizá estemos más acostumbrados a ver en el cine asiático (¿"Primavera, verano, otoño, invierno... y otra vez primavera"?) que en el angustioso y caótico cine de esta parte del mundo. Contemplar el cine de Lois Patiño (sí, contemplarlo) es una experiencia mística: en el movimiento lento, la distancia, el color, el filtro, el sonido, el silencio o la música. Quizá Patiño no lo sabe, no se lo ha propuesto. Él es un investigador de la imagen (aunque también es filósofo). Pero lo que consigue con cada uno de sus planos es sumergir al espectador en un estado de meditación. Sus obras son gloriosas muestras de la finitud humana ante la infinitud del universo. Ya en sus primeras obras, guiado más por el instinto que por el estudio académico (Patiño utiliza varias veces en su discurso la palabra "cutre", una muestra de humildad casi insólita en un cineasta de su trayectoria y genio), Patiño comienza a trabajar el distanciamiento de la cámara hacia el individuo-objeto que se pierde ante la majestuosidad del paisaje, como ocurre en 'Dinstance-Landscape. Football field' con un grupo de chicos que juegan fútbol y cuyo plano general nos muestra cómo se pierden ante el desierto marroquí. Lo mismo sucederá en las obras que siguen en su filmografía donde los personajes se hacen nada ante una catarata, un volcán, una ola... o simplemente, una carretera.
Distance-Landscape. Football Field.
Como contraste, y como si alguien (o él mismo) le haya pedido una justificación a su instintiva teoría, Patiño rompe bruscamente el estilo que le caracteriza y pone su cámara en el primer plano de un protagonista absoluto en 'La Muerte Trabajando'. Pero ya desde el título sólo se puede asomar la banalidad de nuestra existencia, literalmente, con un personaje que se mira al espejo. Para ello, Lois tomó su inspiración en el poeta francés Jean Cocteau: “Los espejos son las puertas a través de las cuales la muerte viene y va. Mírate a ti mismo y mira toda tu vida en un espejo y verás a la muerte trabajando” Jean Cocteau (“Orfeo”)
"La Muerte trabajando".
Lois Patiño.
Videoinstalación. 2013. Videos en loop, láminas de papel e hilo Modelo: Xia Gao
Immediatamente, Lois vuelve a alejarse de la persona, que morirá inevitablemente, para continuar indagando en el universo profundo de la luz y la sombra, el negro o todos los colores. Así lo hace en 'Mountain in Shadow' (2012), quizá su gran obra maestra. Un grupo de esquiadores se pierde en los enormes planos generales de una montaña nevada, con un blanco y negro hipercontrastado que a veces nos da la sensación de que estamos en una maqueta, de que somos literalmente hormigas o incluso de que estamos colgando de la nada. O en 'Strata of the Image' (2015) donde, por el contrario, el hombre/ser se diluye ante una catarata de múltiples colores, gracias al fundido de planos tomados con diferentes filtros que se superponen formando un arcoiris visual.
Montaña en Sombra
La técnica es para Patiño su primera forma narrativa: bien sea con el uso de filtros o el blanco y negro hipercontrastado convierte lo real en un sueño. Desaparece la noción de día y noche en su obra, o simplemente, conviven al mismo tiempo. Tal como sucede en 'Night without distance' (2015) filmada en la frontera entre Galicia y Portugal, donde un grupo de contrabandistas se pierde entre los campos esta vez mostrados en imagen negativa, por lo que el día de éstos pastores se vuelve de noche ante el ojo del realizador, quién ésta vez opta, además, por mover la cámara pero dejando al personaje petrificado. Nuevamente, somos nada ante el paisaje, nos desfiguramos en él.
Night without distance
Éste misticismo cinético vuelve a alcanzar la cúspide en 'Fajr' (2016), ahora, por primera vez en su filmografía, la imagen es acompañada no sólo por el sonido natural o la música, sino también por canto; pero no un canto cualquiera. Es el llamado del musulmán a orar en la madrugada. Allí, en la orilla de una playa marroquí, un personaje se desdobla hasta que cuerpo y espíritu se desvanecen ante el paisaje.
Fajr
Sólo entonces nos damos cuenta que no hemos estado viendo obras separadas, sino que todos los trabajos de Lois pueden verse como una gran serie en la que al final todo ser humano pasa, se desvanece, mientras el todopoderoso universo siempre permanece imbatible. Es la cumbre del existencialismo. La muerte, pues, ha terminado su trabajo.