El dúo de fotógrafos cubanos celebra en exclusiva con Liceo Magazine el triunfo del amor en Cuba.
Yuris Nórido Ruiz Cabrera (Ciego de Ávila, 1978) y Lester Vila Pereira (Santa Clara, 1975) conforman el dúo artístico fotográfico Nórido y Vila. Llevan más de veinte años amándose y trabajando juntos en La Habana. Pese al agotamiento que la pandemia y otros tantos problemas han significado para los habitantes de la isla, hoy ellos están de celebración. En Cuba acaba de aprobarse por votación popular un nuevo código de familias, así que pronto éstos chicos podrían casarse y hacer valer su derecho al matrimonio igualitario por el que tanto han luchado. Pese a su doble dedicación - además de fotógrafos ambos son periodistas - y el trabajo que la noticia ha supuesto en los últimos días, Nórido y Vila se han tomado el tiempo de celebrarlo con el mundo a través de Liceo Magazine. No podemos estar más orgullosos y felices.
Cuba hoy
"Vivimos ahora momentos muy complejos, probablemente los más complejos de las últimas décadas. La crisis económica (agudizada por la pandemia de la Covid-19, por problemas estructurales y reformas financieras que no han dado los resultados anunciados, por el recrudecimiento de las sanciones de los Estados Unidos, y por carencias del propio modelo) golpea mucho a la gente. Y como consecuencia se han radicalizado muchas posiciones, hasta el punto que uno siente como nunca antes una polarización social. En medio de todo esto se acaba de aprobar un nuevo Código de las Familias, que ciertamente es uno de los más avanzados en el mundo. Matrimonio igualitario, protección a las personas de mayor edad, reconocimiento de disímiles esquemas de familia, protección de los derechos de los niños… son algunos de sus beneficios. Más allá de que no nos parecía justo que esos derechos fueran sometidos a plebiscito, asumiendo que son inalienables, fue bueno comprobar que la mayoría de los votantes los refrendaron. La situación, insistimos, es compleja, y a veces uno no tiene muy clara una noción de futuro, pero nosotros nos refugiamos muchas veces en el arte… O mejor dicho, nos atrincheramos en el arte, que siempre tenderá puentes en todas las crisis".
¡Y si hay algo de lo que Nórido y Vila puedan saber eso sin duda es del arte... y su contexto!
Nórido es reportero del semanario 'Trabajadores', cubre la actualidad del arte y la literatura en en el portal www.cubasi.cu, es director y comentarista principal del Noticiero Cultural de la Televisión Cubana, colabora con varias revistas culturales y comparte sus conocimientos como profesor de Periodismo Cultural e Historia de la Danza; entre otras tantas actividades.
Vila se ha especializado en danza, primero con el Ballet Nacional de Danza y ahora como director de prensa de la compañía Acosta Danza. Ha colaborado con diferentes publicaciones nacionales y extranjeras. Ha trabajado también como escritor de radio y televisión.
El estado de la cultura
"A muchos les asombra que en Cuba se haga, se socialice, se disfrute tanto arte - Prosiguen nuestros invitados -. La creatividad de los artistas es un elemento fundamental, en ese espacio de confluencias múltiples que ha sido la cultura cubana: África, España, Asia, el resto de América Latina, los Estados Unidos… son muchos los afluentes. Pero no basta la creatividad. Aquí se cuenta con un entramado que sostiene esa cultura, aunque no todo lo que se hace esté vinculado con las instituciones culturales (cosa que nos parece muy sana). Y hay un sistema de enseñanza artística consolidado, más allá de las actuales carencias, que por supuesto impactan y no poco. Aquí se aprovecha el talento, se encauza. Algunos de nuestros más grandes bailarines, por ejemplo, nacieron en zonas rurales, lejos de centros culturales, en familias con pocos recursos… y sin embargo encontraron vías para llegar a las escuelas de arte. El éxodo —cuyos móviles nos parecen sobre todo económicos aunque no se pueden descartar las razones meramente políticas— genera incertidumbres cíclicas… pero de las escuelas salen nuevos artistas. Quizás el problema mayor ahora mismo sea la pérdida de determinados referentes, de todas las manifestaciones, pero hay pujanza e interés entre los más jóvenes".
Nuestro trabajo
"Somos periodistas por formación y desde el principio estuvimos muy vinculados al arte. Yo (Yuris Nórido) me he dedicado siempre al periodismo cultural y específicamente a las artes escénicas. Lester trabajó primero como redactor de una revista especializada en ballet. Y ahora es director de prensa de una de las mejores compañías cubanas, Acosta Danza. Por lo tanto, hace mucho tiempo que conocemos a bailarines, coreógrafos, actores… que son nuestros amigos. En principio —asumiendo que nos interesa la concreción plástica de la belleza masculina (entendiéndola en su más amplio espectro, no como una simple noción de “lo bonito”), y como eso lo vinculamos con cierta vocación homoerótica— trabajamos con nuestros amigos, personas cercanas, gente sensible y amante de la fotografía y el arte, buenas personas… Es imprescindible para nosotros trabajar en armonía. Y para eso se necesita mucha confianza. Fíjate que hay quien se asombran cuando se enteran de que algunos de nuestros modelos no son homosexuales (ahí creemos que hay un lugar común, que responde a lógicas francamente patriarcales). Pero nosotros siempre hemos tenido claro qué nos interesa, y respetamos mucho nuestro trabajo como para ponerlo en riesgo con veleidades extra artísticas.
Las fotos las hacemos fundamentalmente en casa, puntualmente en casas de los modelos. Alguna que otra vez trabajamos en exteriores. Creemos mucho en el equipo, y eso formamos con nuestros modelos. Hablamos mucho con ellos, escuchamos sus ideas, tratamos de llegar a consensos. Nunca imponemos, aprovechamos lo que cada uno puede ofrecer, aunque alguna que otra vez tratamos de sacarlos de su zona de confort. No nos interesa emular con otros fotógrafos, o reproducir conscientemente tendencias de revistas. Pareciera que mucha gente quiere estar en la portada de Vogue, y es lo que suelen pedir para sus redes sociales. No nos interesa eso, aunque por supuesto, tenemos entre nuestros referentes a fotógrafos “comerciales”. Como no pagamos (ni cobramos) a los modelos, a veces los complacemos con las fotos que nos piden… siempre y cuando hagamos también lo que nos interesa.
Relación con otras artes
La danza, el teatro y el cine nos apasiona a los dos. Y siempre intentamos recrear puestas en escena, incluso en los retratos más tradicionales. Yo soy además fotógrafo de espectáculos, así que suelo dejar testimonio de lo que se hace en el escenario. Pero las series más elaboradas (y en esto es fundamental el trabajo de Lester) casi siempre son un homenaje a una tradición artística, literaria, que es la que nos ha nutrido. No nos regodeamos en la belleza por la mera belleza, nos seduce más bien la utilidad de esa belleza, esa capacidad de recrear un mundo, el mundo.
Diversidad estilística
Lester y yo tenemos obsesiones, gustos e intereses comunes; pero también obsesiones, gustos e intereses personales. Nosotros nos complementamos. Yo soy amante de la esencialidad, de una expresión minimalista (me encanta hacerles retratos a los modelos sobre fondos neutros); Lester es mucho más amante de lo barroco, de los añadidos, de la prodigalidad expresiva. La conjunción de esas aristas tiene que tener como resultado la variedad, porque a veces estoy más yo (aunque él sea contraparte y también ejecutor), y a veces la obra es muy suya (aunque yo siempre forme parte del proceso). Lo mejor es que hemos logrado en la obra la misma compenetración, complicidad y debate permanente de nuestra vida como pareja.
Referencias
Nuestros principales referentes no son fundamentalmente personajes de las redes sociales, aunque buena parte de sus obras sí esté en las redes. Nos inspiran fotógrafos cubanos como Raúl Corrales y Alberto Korda. También artistas visuales como Servando Cabrera y Raúl Martínez. A mí me apasiona el trabajo del colombiano Ruven Afanador y el de Richard Avedon. A Lester le gusta mucho la creación de Herb Ritts, de Steven Meisel y de Bruce Weber. A él le ha inspirado el estadounidense James Bidgood y, por extensión, los franceses Pierre et Gilles. Es que a Lester le interesa mucho el pop, incluso el kitsch, cierto juego con lo camp. Le interesa lo teatral y lo melodramático. Y a la vez está cómodo entre otros referentes universales, como la escultura y la pintura grecolatinas, el arte del cuattrocento, la pintura religiosa latinoamericana, el simbolismo, y el universo gráfico del siglo XIX, particularmente de sus últimas décadas.
“Consumimos” mucho arte. Literatura, cine, música, teatro, televisión, danza, artes visuales. Yo escucho mucha música de concierto; Lester es más democrático, es un verdadero melómano. Para trabajar depende del modelo y del nivel de intimidad de la sesión. Debe ser música que aporte un ambiente relajado: pop electrónico, música indi, dream pop. Para editar (Lester es quien edita): música de concierto, canciones de poetas como Silvio Rodríguez y otros trovadores cubanos, y Lana del Rey (el disco Ultraviolence es un clásico en este momento).
Vemos muchas series y películas: cine de arte y de autor (Lester se siente en comunión con Visconti). Hacemos maratones con las series de televisión, imposible mencionarlas todas: El nuevo Papa, de Sorrentino; Dark; It’s a Sin; The Crown; Vicius; Love, Death & Robots… Yo leo mucho (dos o tres libros por semana). Y tratamos de no perdernos nada de la programación de las compañías de teatro y danza en La Habana.
Nos gusta el centro histórico de La Habana, sus calles, plazas y parques…; las calles silenciosas del Vedado; el Museo Nacional de Bellas Artes, el Museo de Artes Decorativas, el Museo de la Ciudad… De cuando en cuando visitamos Fábrica de Arte, un centro cultural polivalente. Y el mar, por suerte vivimos muy cerca del mar".
