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  • Foto del escritorLiceo Magazine

El oscurantismo amenaza con volver a cubrir a España: el caso 'Muero porque no muero'.

La obra de teatro ficticia sobre la "doble vida" de Santa Teresa de Jesús escrita por Paco Bezerra continúa en el limbo de la censura.



La Inquisición en España se eliminó hace unos cuantos siglos, pero los más nostálgicos han podido revivir un poco el oscurantismo durante los últimos años gracias a VOX o los Abogados Cristianos.


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La última obra víctima de la censura religiosa parece ser 'Muero porque no muero', pieza teatral ficticia de Paco Bezerra sobre la "doble vida" de Santa Teresa de Jesús, que ha tenido al artista luchando contra viento y marea en lo que en sí mismo podría ser el argumento de un biopic que estaremos disfrutando en unos cuantos años: "la Comunidad de Madrid contra Paco Bezerra".


"Escribir en España no es llorar, escribir en España es morir".

El dramaturgo almeriense, como los grandes escritores y artistas de la historia, ha forjado su legado como respuesta a las inquietudes del contexto: en 2007 recibiría el Premio Calderón de la Barca y el Premio Nacional de Literatura Dramática por su obra 'Dentro de la Tierra', donde los inmigrantes explotados eran los protagonistas y que no lograría estrenar hasta 10 años después. En el intermedio, 'El señor Ye ama a los dragones' expondría el misterio de las inmigrantes chinas en España u obras como 'Grooming' (2012) y 'Mi pequeño Poni' (2016) llevarían a las tablas el ciberacoso y el bullying.


Pero ha sido ahora ésta revisión tan personal del "mito" de Santa Teresa la que le está proporcionando mayores quebraderos de cabeza. Pero, ¿de qué va ésta adaptación? La sinopsis reza "Teresa de Jesús vuelve a la vida y aparece en nuestro siglo XXI, en una carretera, donde la recoge un camionero que le pondrá una navaja en el cuello y la violará, dormirá al raso en la Plaza Mayor de Madrid, donde compartirá vino barato en tetrabrick con otros indigentes, se pinchará heroína y se prostituirá en un polígono, será encarcelada por hacer una pintada en la fachada del Congreso ("Escribir en España no es llorar, escribir en España es morir"), hará un monólogo los domingos en el Rastro y después un espectáculo de 'stand up' en un teatro de la ciudad y descubrirá, finalmente, que la misión que el cielo tenía reservada para ella en esta segunda vida no era ser "ni monja ni puta; ni vándala ni mendiga; ni yonqui ni presa, sino actriz y DJ".


Paco Bezerra
Paco Bezerra

Según ha confesado el autor al diario El Confidencial, éste nuevo acercamiento a Santa Teresa de Jesús le sirvió "para poder reflexionar sobre lo que había cambiado España en los últimos 500 años y en qué otras cosas seguíamos prácticamente igual". Y vaya que hay cosas que siguen prácticamente igual. Por insólito que parezca, en pleno Siglo XXI aún en España es casi delito recrear una obra de la iglesia católica, algo juzgado por las mismas personas e instituciones que consideran a los musulmanes "unos fanáticos".


Ganadora del Premio SGAE Jardiel Poncela 2021 y elegida por la Red de Teatros Europeos Prospero para su programación en 2022, lo cual consistía en un aporte financiero de 45.000 euros para su estreno en los Teatros del Canal de Madrid, su gira por los países que conforman la red e incluso su grabación y emisión para el canal de televisión devenido en plataforma, ARTE, la obra recibió un inesperado golpe cuando su estreno fue cancelado sin razón alguna, más que unas insólitas "razones presupuestarias" que no se ajustan a la realidad del premio obtenido. Todos los involucrados directos (incluyendo la Red Prospero y la Fundación SGAE) e indirectos (como otras figuras del sector teatral) demostraron públicamente su indignación ante ésta situación, mientras los partidos de derecha que gobiernan la Comunidad de Madrid - de quien dependen los Teatros del Canal - no se cayaron al insinuar su culpabilidad en los hechos, no directamente para seguir pareciendo demócratas pero lo suficiente como para regocijar a sus seguidores.


Según OK Diario "desde Vox han calificado la obra como una «aberración y un insulto a la tradición y a la cultura españolas» y han advertido que no van «a permitir esa basura con el dinero de todos los madrileños»."


En su entrevista con El Confidencial, Bezerra denuncia que Blanca Li, directora de Teatros del Canal le ha confesado que la obra no se estrenará “ni en la siguiente temporada, ni nunca” y que no ha sido su decisión sino "de los de arriba". Es decir, los miembros del consejo de administración de Madrid, Cultura y Turismo: la consejera de Cultura de la Comunidad de Madrid, Marta Rivera de la Cruz; su viceconsejero, Daniel Martínez; el director general de programación cultural, Gonzalo Cabrera, y el director general de Turismo, Luis Martín Izquierdo; todos ellos del PP.


Por supuesto, todo éste fenómeno ha convertido el estreno o no de la obra en un debate político. Mientras, Más Madrid y el PSOE acusan a Li de «injerencia política», el PP se defiende: «No es censura, sino economía». El portavoz de Vox, Gonzalo Babé, sí ha sido contundente y claro en su comparecencia en la Asamblea: «Les agradezco que no programen una obra tan dañina y esperpéntica. Muchas felicidades por no programar semejante daño a la cultura española, a una santa Doctora de la Iglesia. Que lo financie la izquierda y que vayan a verla todas las veces que quieran. Pero no con dinero público».


"Santa Teresa hoy escupiría en la cara de los que dicen defenderla - expone Bezerra en su cita con Eldiario.es y que se convertirá en la frase más esperada de ese anticipado biopic - Ella llegó al convento porque era una rebelde que no quería casarse. Huía de las manos de los machos. Era una antisistema. Y lo que hace cuando se mete en la Iglesia es dividirla. Se da cuenta que los conventos son colegios mayores de señoritas pijas de Castilla, donde todas siguen manteniendo un novio e incluso salen los fines de semana para pasar una rica noche. Ahí, Santa Teresa se rebela y las acusa de llevar una vida contraria a la palabra de Dios y el ejemplo de Jesucristo. Divide la iglesia para quitarle los privilegios a todo aquel que no los merece. Fue ella la primera en crear casas okupas de mujeres. Por eso, cuando en mi obra llega a una casa okupa, a una de esas casas que ni un hombre puede entrar, aunque sea homosexual, Teresa se dice a sí misma: “Pero si esto es lo que hice yo en mi tiempo”.


Mientras esperamos por el desenlace de ésta historia, que esperamos sea feliz y la luz prevalezca queremos compartir algunas preguntas que ya hacía Marta García Miranda, periodista de ElConfidencial: ¿Sienta esta situación un precedente que legitimará a otros cargos políticos a intervenir en las decisiones de un director artístico? ¿A la Consejería de Cultura de la Comunidad de Madrid le molesta un texto que convierte a Teresa de Jesús en una yonqui y en una prostituta o le preocupa que la obra pueda molestar a hipotéticos/futuros socios de gobierno en caso de necesitar su apoyo en las próximas elecciones? ¿Hablamos de dinero o de censura?


Santa Teresa será libre o no será.


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