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  • Foto del escritorLiceo Magazine

Juan Antonio Moreno, director de 'Bienvenidos a España': somos un país de gente cálida y acogedora.

Ésta semana se estrenó en las salas de cine de España el documental 'Bienvenidos a España' y LICEO tuvo la oportunidad de conversar con su director y productor sobre inmigración, cine documental y el rol social del artista.


"Bienvenidos a España" ya desde el título es un mensaje político: das la bienvenida a quien busca hacerse una vida en nuestro país en un momento donde la ultraderecha está diciendo todo lo contrario, incluso sueña con quienes los que ya están se regresen a sus casas. Los vecinos de Villar Del Río en “Bienvenido, Mister Marshall” también daban la bienvenida a los americanos y soñaban con un porvenir pero finalmente fueron ignorados y acabaron pagando ellos la fiesta de bienvenida. “Bienvenidos a España” habla desde el humor acerca de los sueños y las ilusiones de quienes llegan a nuestro país y al final la realidad se impone. Si regresaran a sus casas todos aquellos que han venido a nuestro país con la intención de hacer su vida aquí nos quedaríamos sin muchos trabajadores en el campo, sin personas que cuidan de nuestros mayores y nuestros hijos, sin personas que cuidan de nuestros hogares, sin trabajadores que nos atienden en la hostelería y otros trabajos relacionados con los servicios.


Tú mismo has predicado desde la práctica. Sabemos que tuviste en tu casa a Sadaf y Shabnam Rahimi, las protagonistas de tu anterior documental ('Boxing for Freedom') mientras tramitaban el asilo. Sin duda, eres un artista enormemente comprometido... Era lo mínimo que podía hacer hasta que consiguieran una plaza en un centro o piso de acogida. Ojalá nadie tuviera que pasar por esa situación. No lo hice como artista comprometido sino como ser humano. Lo único que hice fue ofrecerles un hogar mientras encontraban el suyo con la misma hospitalidad que recibí de ellas y su familia en Kabul. No es mi intención predicar. Yo cuento historias de personas reales para que conozcamos otras realidades y para acercarnos a otros seres humanos a través de los cuales podamos nutrirnos y crecer como sociedad. La estética de éste documental es bastante sencilla... ¿no temes que tu inclinación social opaque al artista? Especialmente en éste momento donde hay documentales con una puesta en escena más elaborada que cualquier superproducción de ficción... Si, es una estética costumbrista, realista y sencilla. La película requería esta estética. Y sí, a veces me planteo si la inclinación social puede en ocasiones ensombrecer el trabajo artístico pero en este momento me interesa la realidad y el presente que nos rodea. Una historia por ser social no tiene porque ser arte o ser una buena película pero si creo que detrás de toda buena película hay una inclinación social de todo aquello que nos rodea y nos toca.


Usas el recurso de ser el narrador de la historia, literalmente... en qué momento decides que tu voz esté tan presente. En el último instante. La película requería una voz para contar todo aquello que no se ve. Valoré la posibilidad de que algún actor interpretase al narrador. Sin embargo, en el último momento, el montador, Nacho Ruíz Capillas, me convenció para que fuese yo quien contase la historia debido a mi implicación. El mayor éxito de 'Bienvenidos...' son sus personajes. No puedes dejar de ver el documental por un segundo una vez que ya has comenzado. Te enamoran al instante. ¿Cómo fue el proceso de selección y finalmente qué crees que aprendiste de ellos? El proceso de selección lo inicié en el centro de acogida que antes fue un burdel. Allí conocí a la mayoría de los protagonistas conviviendo con ellos y el resto fueron encontrándome a mí mientras buscaba otros protagonistas que se encontraban en la segunda fase del proceso de acogida e inclusión en nuestra sociedad. Todos ellos me han enseñado a navegar por caminos inesperados, a transitar por la incertidumbre, a mostrar sin miedo el miedo y las ilusiones, a buscar la esencia en las pequeñas cosas y a ser ellos mismos. Entre éstos personajes también está una familia que hace un claro contraste con los anteriores: mientras los primeros lucen cómodos y felices aprendiendo nuestra cultura y adaptándose a ella, los Fares parecen no tener mucha intención de hacerlo. De hecho, luce como que son ellos quienes quieren imponer su estilo de vida. Personalmente, ¿qué opinión tienes ante éste tipo de situaciones? ¿De verdad crees que todo el mundo debe ser "bienvenido"? La familia Fares venía de Libia donde tenían un estilo de vida muy alto y huyeron porque su casa fue atacada. El padre de familia trabajaba para una petrolera española y llegaron a nuestro país con esperanza e ilusión pero se encontraron con muchas dificultades para encontrar casa y encontrar trabajo por lo que decidieron finalmente marcharse a Francia. Estaban desesperados y frustrados y les hubiese gustado quedarse en España pero la realidad es que en muchos casos los propietarios de las viviendas o las inmobiliarias suben el precio de la vivienda cuando saben que es una familia de origen árabe o descubren que son refugiados. Al final todos buscamos un lugar en el mundo donde seamos bienvenidos. Kapuściński decía que cuando nos encontramos con el otro tenemos tres opciones: ignorarlo, eliminarlo o acercarnos a él.


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- 'Bienvenidos a España': un documental en busca de la empatía. Otro de los grandes aciertos del documental es la banda sonora. Háblanos un poco de ella. La banda sonora es de Jorge Magaz. Es la primera vez que trabajo con él y la conexión que hubo entre el montador, Jorge y yo mientras montábamos “Bienvenidos a España” fue apasionante. Además hay temas de grandes bandas que escucho y admiro y ha sido la película quien ha elegido todos los temas que componen la banda sonora. En rasgos generales, ¿qué aprendizaje te deja haber convivido con éstas personas durante tanto tiempo más allá de lo visto en pantalla? ¿Sigues en contacto con algunos de ellos? Sí, sigo en contacto con la mayoría de los protagonistas aunque a alguno le he perdido la pista porque se han marchado de España. La película me ha enseñado que la realidad es mejor que cualquier ilusión, que hay que aceptar lo que la vida nos trae como una oportunidad de crecimiento, que España es un país de gente cálida y acogedora aunque quede mucho por mejorar en las políticas de asilo y refugio, que todos compartimos los mismos miedos y las mismas ilusiones y que todos de una forma u otra huimos de algo a lo que tarde o temprano tenemos que enfrentarnos para ser nosotros mismos y dar lo mejor de nosotros a la sociedad.


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