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  • Rob Harvilla

Guava Island: el arte contra el poder


Protagonizada por Childish Gambino y Rihanna, el "thriller tropical" se estrenó durante la primera noche del Coachella y amaneció online en la plataforma Amazon Pride.

Todo lo que realmente necesita saber sobre Guava Island, el nuevo "thriller tropical" dirigido por Hiro Murai, pero presentado en los créditos de apertura como "una película de Childish Gambino", es que durante tres maravillosos minutos - más o menos- Donald Glover canta "Summertime Magic”a Rihanna en una hermosa y casi vacía playa, ambas bañadas por la luz de la Máxima Hora Dorada absurdamente majestuosa.

Glover se acompaña al principio sólo con olas y otros actores que tocan el tambor de acero y el guiro, la escasez que subraya que "Summertime Magic", lanzado por primera vez por su largo y mejorado alias Childish Gambino en julio de 2018, es una muy tonta, casi canción infantil. "Tú eres la única / solo estoy bailando, diviértete", canturrea, mientras Rihanna arruga la cara de una manera a la vez adorable y letal. El ritmo completo cae fuera de la cámara a mitad de camino, un desmayo impactante como si acabaras de inyectarte los 99 minutos de "To All the Boys I’ve Loved Before" directamente en tu cuello. Rihanna, escéptica pero derritiéndose un poco como lo exige una escena, se pone de pie y se aleja juguetonamente, matando bruscamente la música por un momento. Pero Glover la persigue, tira más caras de caricaturas y, finalmente, por supuesto, la gana, culminando con una gran toma de ellos bailando en un muelle que casi me hace desmayarme.

"Sí, aquí estamos", le dice, envolviéndola en sus brazos. "Mira esto. No puedes estar enojada con esto. No puedes estar enojada con esto". Muy de acuerdo.

De todos modos, "La Isla de la Guayaba" es una comedia romántica sobre los estragos del capitalismo. A menos de una hora, se siente más como una película demasiado corta que un episodio de televisión demasiado largo, que es la opción más preferible, incluso si deja sus temas engañosamente pesados ​​poco explorados, y sus atractivos personajes (y actores) desatendidos.

La Guava Island, como se explica en la segunda de las dos intros caprichosamente animadas, fue un exuberante paraíso diseñado como un respiro después de que "los siete dioses de las siete tierras crearon las verdades del duelo: amor y guerra", dice una dulce narradora que no es otra que Rihanna. Ella interpreta a una joven soñadora llamada Kofi, con un secreto muy romántico; Glover interpreta a su amado novio, Deni, un músico venerado localmente que se enfrenta a Red Cargo, el dictador de la isla, temido localmente y obsesionado con la profesión. (Red Cargo es interpretado por Nonso Anozie, a quien recuerdas de "Juego de Tronos", aunque no hay forma de que recuerdes que el nombre de su personaje era Xaro Xhoan Daxos).

Deni quiere lanzar un festival de música para toda la isla el sábado por la noche; Red Cargo, que necesita que todos vuelvan a trabajar en sus muelles y en sus fábricas el domingo por la mañana, preferiría que Deni no lo hiciera, y le romperá su guitarra y enviará a un asesino para asegurarse de que Deni no lo haga. De ahí la parte del "thriller" de este llamado "thriller tropical", una película musical abreviada y una suave tragedia en algunos aspectos, entre ellos el hecho de que Rihanna no canta una nota.

Deni recorre la ciudad cantando melodías de Gambino como "Feels like Summer" y repitiendo declaraciones como la de "This is América", un pop-song-as-manifesto restaurado aquí como una versión mucho más soleada de la fantasía de fábrica de Björk en el 2000, "Dancer in the Dark".

La idea de terminar el film con un festival organizado un sábado por la noche tenía que ver directamente con la aparición de Childish Gambino (y el estreno de la película) en el Festival de Música Arte de Coachella 2019. Vista en streaming directo por todo el mundo a través de TouTube, apareció inmediatamente online vía Amazon Prime, una jugada que nos recuerda las estrategias a las que actualmente recurren estas plataformas, como la hecha por Netflix con "Roma".

"Guava Island" ostenta la mezcla de exuberancia y tristeza espinosa que caracteriza a Childish Gambino. La película denuncia la idea de trabajar para enriquecer a otros hombres, aún cuando el artista reconoce que lanzar una película en Amazon Prime es, en sí mismo, una forma de trabajar para otros hombres con el perfil más alto posible, un arte lúdico e idiosincrásico que no es tan divertido en manos de los amos de la cultura. quienes pagaron por ello. Aunque, si algo tiene de coherencia el lanzamiento (además del streaming en vivo para todos los usuarios de YouTube) es que el visionado en AP ha podido hacerse gratis.

El resultado, en fin, es un magnífico escapismo que celebra una sensación palpable de que no hay escape. De hecho, Deni lanza su festival, y su interpretación monumental de "Saturday" convierte otra canción tremendamente tonta en algo revelador y casi revolucionario. ("Este festival es una celebración de la vida", anuncia. "Quiero que todos los presentes se sientan tan libres como sea posible esta noche".). No hay tiempo para que el guión (escrito por el hermano de Donald, Stephen Glover) dibuje a Deni o Kofi mucho más allá del hecho de que son personas hermosas e inquietas interpretadas por personas hermosas e inquietantes, como todos los demás en la pantalla. Es maravilloso ver a Letitia Wright de nuevo (tras "Black Panther" y "Avengers"), incluso si ella está lo suficientemente cerca para trabajar en una máquina de coser, charlar con Rihanna y organizar su propia fiesta improvisada de baile en la fábrica; de la misma manera que el chico malo, Anozie irradia carisma y amenaza, incluso si no hay mucha especificidad que lo conduzca.

Hay algunos detalles, por supuesto: Anozie, el casi dictador, toma su desayuno rodeado de siete aves enjauladas individualmente, y Deni, la bella soñadora, se encuentra con una jaula en un momento crucial: metáforas demasiado obvias que aún funcionan como una serie de imágenes llamativas. Pasar más tiempo con estas personas profundizaría el hechizo, pero también probablemente lo rompería. La Isla de la Guayaba es una fábula ventosa con aspiraciones insurgentes que es mejor no realizarla por completo.

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