top of page
  • Foto del escritorLiceo Magazine

'Érase una vez en Venezuela' se estrena en Barcelona y Madrid (a beneficio de Salud para Venezuela)

El primer documental en representar a Venezuela en los Premios Oscar® 2021

se proyectará en España el lunes 18 de enero a las 20:00 en el Institut Français de Madrid y el miércoles 20 de enero a las 19:30 en el Institut Français de Barcelona, a beneficio de la ONG Salud para Venezuela, quien en ésta ocasión destinará los fondos a proveer de alimentos a niños en estado de desnutrición en la región del Congo Mirador, donde se registró ésta historia.

La foto fija del documental es obra del artista John Márquez
La foto fija del documental es obra del artista John Márquez

Tras debutar en la selección oficial del pasado festival de cine de Sundance y ganar el premio a la Mejor Película en la 29ª edición del Festival de cine documental de Hot Springs, 'Érase un vez en Venezuela', el brutal documental de Anabel Rodríguez Ríos sobre el hundimiento del país suramericano, ha conmocionado a los asistentes de festivales tan prestigiosos como Huelva, Málaga, Miami, Tribeca y el CPH Dox; entre otros. Actualmente, lucha por la selección al Premio Oscar a la Mejor Película Internacional, siendo la primera vez que un documental representa al país suramericano en el evento cinematográfico.


'Érase una vez en Venezuela' es un documental absolutamente demoledor, rodado en el pueblo flotante Congo Mirador a lo largo de siete años, los más transformadores (para mal) del país, logrando captar desde el humor, la belleza y la celebración que caracterizaba al lugar hasta su literal hundimiento.


La directora, en pleno rodaje
La directora, en pleno rodaje

En lugar de centrarse en los protagonistas políticos de la destrucción del país, como la mayoría de documentales conocidos hasta ahora, Rodríguez tuvo el gran acierto de tomar un pequeño pueblo de palafitos sobre el Lago de Maracaibo, el territorio más rico del país, donde se encuentran los grandes yacimientos petroleros, como metáfora de una Venezuela cuya ceguera a las políticas de un líder llevó a la división y a la destrucción. Allí viven la señora Tamara, coordinadora chavista, y Natalie, la maestra, opositora a las prácticas de soborno e intimidación aprobadas por el estado. Ellas representan al fanatismo y la educación, que lastimablemente en éstos casos, suele ser la primera víctima.


Tamara, la coordinadora chavista
Tamara, la coordinadora chavista

Una vez hace no mucho tiempo, Congo Mirador fue un lugar próspero, repleto de pescadores y poetas. En los últimos años ha decaído y se ha desintegrado, pudriéndose entre la polución y la negligencia. El pueblo enfrenta una terrible amenaza: literalmente, corre el riesgo de hundirse, pero en lugar de unirse y trabajar por el mismo, todos están muy divididos luchando por imponer sus diferentes ideologías. Mientras el gobierno central, en una de las escenas que causan más impotencia en el espectador, apenas escucha sus preocupaciones. Tras concederles una audiencias, el Gobernador sólo les ofrece un plato de comida, y apenas les escucha para centrarse a hablar por el móvil con otro compañero del partido.


Natalie, la maestra
Natalie, la maestra

A medida que se acercan las elecciones nacionales, el miedo entre la comunidad se extiende más allá de la división partisana de la política del país: las casas de los habitantes del pueblo se van cayendo a pedazos, dejando así a familias sin ningún tipo de sustento para poder sobrevivir. Ni allí, ni en ningún otro lugar, en uno de los finales cinematográficos más duros que hallamos podido apreciar en los últimos años. Más terrible aún sabiendo que es real.


Nota: las proyecciones anunciadas en ésta nota contarán con un conversatorio virtual con la directora.




Lecturas relacionadas:






bottom of page