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  • Foto del escritorLiceo Magazine

El 'Mesías' de Netflix o "de la Hipocresía".

Contiene spoilers.




He visto 'Mesías' completa, desde el día de su estreno hasta más o menos el Día de Reyes. Lo hice con mucho miedo. No por el guión, aunque a decir verdad está más o menos bien escrito y sabe jugar con la intriga, sino por el contexto. La serie de Netflix que juega a resolver la pregunta de qué pasaría si Jesucristo resucitara en tiempos de Trump, es una producción nada menos y nada más que de Mark Burnett, justamente el hombre que "creó a Trump", o sea, a su serie "El Aprendiz". Y también otro hito mediático-religioso, 'La Biblia'. A Burnett lo acompaña en la producción su propia esposa y socia, Roma Downey, famosa actriz americana de los 90's gracias a la serie evangélica 'El Toque de un Ángel'. Con este precedente era casi imposible que la serie tomara un buen camino (que lo habría podido tener fácilmente).

El terriblemente mal actor Mehdi Dehbi es Al-Masih, un joven iraní atrapado en la guerra de Siria que se vuelve famoso entre su pueblo tras anunciar la derrota de ISIS y conducirlo luego hasta Israel dónde gracias a la TV se vuelve mediático. Apareciendo de repente en Estados Unidos y entrevistándose con el mismo Trump. Todo esto, mientras una agente de la CIA trata de descubrir qué hay detrás de este nuevo o falso "Mesías".

¿Por qué decimos que el guionista habría tenido fácil escribir un desenlace interesante? Aquí vienen los spoilers...

Presentar a éste "Mesías" como un embaucador, un hombre que se aprovecha de la ingenuidad, la desesperación y el miedo de la gente para presentarse como un Salvador y manipularlos a su antojo podría haber sido una crítica para el propio Trump y todos los populistas de medio mundo. La base estaba lista para una historia interesante de terrorismo internacional, tocando tópicos calientes como Rusia, ISIS, el conflicto Israel-Palestina... pero no. Nuestro temor se hace realidad en ese capítulo final de la que esperemos sea la única temporada: Al-Masih termina siendo realmente Jesucristo encarnado. Cualquier posibilidad de crítica queda eliminada por estos cristianos de ultraderecha (Burnett y Downey), todo es más cliché y panfletario de lo que nos pudimos imaginar. A todo lo que nos lleva la historia es a la puta moraleja de que "hay que creer", ciegamente, a éstas alturas de la historia, en cualquier Mesías, o de lo contrario, nos esperan más diluvios, terrorismo, peces muertos y por supuesto, agua convertida en sangre. Vamos, que en el Medioevo teníamos las iglesias y en este siglo tenemos a Netflix.


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