El artista toledano ha conversado en exclusiva con LICEO Magazine. Una de las primeras entrevistas que concede a un medio.
Hay algo tan naif y tan doloroso en la obra de Sergio Calero @caleroart (Toledo, 1994) que nos retrotrae a las primeras pinturas de Frida Khalo. Los colores vivos contrastan con los corazones de espinas, las dagas o las agujas y las ofrendas florales que suelen acompañar a los personajes que caracteriza, usualmente personas mayores de los pueblos de España, que van a misa o celebran alguna fiesta religiosa, y que en alguna ocasión dejan espacio a sus autorretratos en los cuales no oculta su propio sufrimiento: Calero confiesa sufrir de ansiedad, el mayor mal que enfrenta la juventud española del Siglo 21. Porque sí, él es español, muy español. El español que ama a la gente humilde de sus pueblos, la bulería, el teatro clásico, las fiestas patronales, la poesía lorquiana, la Veneno y la Rosalía... el arte contemporáneo y la tradición, el feminismo y la libertad.
"Ya desde niño me llamaba mucho la atención las fiestas de los pueblos y conocer la cultura de cada lugar.- cuenta Calero en exclusiva a LICEO Magazine, una de sus primeras entrevistas. Cuando iba con mis padres en el coche y atravesaba un pueblo que estaba en fiestas, veía las banderitas y los adornos y me quedaba embobado... tenía la necesidad inmediata de conocer más sobre ese lugar y sus tradiciones. El interés por esa España tradicional surge gracias a los recuerdos de mis abuelas y abuelos, cada vez que voy al pueblo y veo objetos suyos antiguos no puedo evitar inspirarme y al mismo tiempo siento que estoy haciendo un homenaje a mis raíces y eso es algo que para mí es muy bonito".
Sergio está muy consciente de lo especial que es su obra en un momento en el que muchos miran con recelo la imagen de la España tradicional, tan apropiada por ciertos sectores políticos para su propaganda nacionalista. "Los artistas tenemos la gran suerte de poner nuestro granito de arena mediante nuestras obras para conseguir un mundo mejor, por eso en mis obras está muy presente el feminismo, la libertad y una crítica a esa España más casposa que por desgracia a día de hoy sigue muy presente en nuestra sociedad". "En la bandera de la libertad bordé el amor más grande", fue una de las consignas de Mariana Pineda en la obra inmortal de Lorca y también podría ser el leit motiv de Calero.
"Cuando estaba en el instituto, específicamente en una clase de lengua, descubrí obras como el 'Romancero gitano' y 'Bodas de sangre'. Me marcaron muchísimo artísticamente y me inspiraron por el simbolismo que guardan... también me inspiraron mucho sus ilustraciones. Lorca fue un abanderado de la libertad, una persona bajo mi punto de vista adelantada a su tiempo y sigue inspirándome todos los días. Para mí el arte es libertad, la libertad de mostrar nuestros sentimientos, nuestras inquietudes y la visión que tenemos del mundo en el que vivimos. Yo definiría mi arte como una fusión entre la tradición y el presente con ese toque reivindicativo que está lleno de referentes que me han marcado desde que era pequeño hasta la actualidad y que me han hecho crecer como artista y como persona".
Sergio también utiliza su arte para lidiar con la ansiedad y visibilizar las enfermedades mentales como uno (sino el mayor) de los mayores males que sufren los jóvenes de su generación. "El arte siempre ha sido una vía de desconexión y de curación para mí, cuando hice 'Dolor y Paz' (más arriba) estaba pasándolo mal con el tema de la ansiedad y me sentía un poco triste y decidí hacerme a mi mismo en un lugar que me transmitiera mucha paz y estabilidad. Siempre he dicho que uno de los lugares donde me encantaría vivir sería en pueblo de casitas blancas cerca del mar y tener la naturaleza a mis pies. De ahí viene la idea de esta obra que espero que os guste y os transmita mucha paz que falta nos hace. 💙🌿🕊🌊"