Mujeres poderosas (niñas, a decir verdad), sobrevivientes a la guerra o a la corrupción política de sus países, historias de amor gays o lésbicas, mitos africanos o asiáticos... el cine independiente demostró una vez más que si puedes soñarlo, puedes filmarlo... con unos cuantos recursos... o con muy pocos.
10.- Grímsey (España)
Dir: Raúl Portero y Richard García Vásquez
Arrancamos nuestro top 10 con esta obra profundamente minimalista sobre la búsqueda - literal - del amor. Bruno (Richard García Vásquez) deja su comodidad en España para iniciar una road-movie quijotesca por Islandia en la búsqueda de Norberto, su amor perdido, del que sólo sabe que está en un apartado poblado llamado Grímsey. Arnau (Raúl Portero) lo acompaña como su escudero, su Sancho Panza, quien poco a poco va enamorándose de él. Pero a Bruno sólo lo mueve la perfección de un príncipe azul, el ideal que lo espera detrás de los gigantes glaciares. Una metáfora y visible autocrítica sobre la infértil búsqueda del hombre perfecto dentro de la comunidad gay.
9.- Los Árboles del Albino (Japón)
Mazakazu Kaneko
Un hermoso cuento japonés contado de la manera más zen posible: con el Fuji como escenario, la luz natural como fotografía y apenas un puño de actores/personajes en busca de un ciervo sagrado: el enfrentamiento entre el hombre y la naturaleza, la modernidad y la tradición, la avaricia y la felicidad.
8.- Carmen y Lola (España)
Aranxa Echeverría
Clásico instantáneo indiscutible del cine español. Películas vendrán y películas pasarán, pero nunca nadie podrá olvidar este giro a la cultura patria al enfocarse en dos hermosas gitanas que en esta ocasión no son objetos sexuales para el consumo masculino, sino dos mujeres adorablemente reales que buscan escapar de ese mundo machista tras enamorarse una de otra. Cine valiente dirigido con buenos ovarios.
7.- El Reino (España)
Rodrigo Sorogoyen
'El Reino' es una película que hay que levantarse y aplaudir de pie. Rodrigo Sorogoyen e Isabel Peña han armado una narración única sobre la vulgaridad del manejo del poder en España (y en algunos otros reinos). Una autocrítica feroz como ciudadanos de un país donde todo el mundo contribuye de una u otra forma al juego de la corrupción. A ritmo de thriller hichcockeano donde el héroe en peligro es igualmente un villano (Rodrigo de la Torre), el filme nos ayuda a identificarnos con el quizá menos corrupto de la cadena o simplemente el menos desfavorecido en un momento de cambios políticos, pero que deja en la reflexión final un gran desconcierto: el poder es una gran cloaca y para funcionar en él hay que ser un gran pedazo de mierda.
6.- Cold War (Polonia)
Paweł Pawlikowski
Cinco años después de la cautivadora 'Ida' (corre a verla si aún no lo has hecho), Pawlikowski vuelve a desarmarnos, esta vez con una historia de amor donde nuevamente el contexto sociopolítico es protagonista. Ya no es una heroína bastarda de la religión católica y el nazismo, sino dos personajes que buscan compenetrarse como metáfora de esa guerra fría entre el comunismo soviético y la democracia occidental, con Polonia, Berlín, Yugoslavia y París como escenario de este musical tan oscuro como preciosista.
5.- Nadie nos mira (Argentina / España)
Dir: Julia Solomonoff
'Nadie nos mira' hace honor a su título. Es una película que nadie se espera-ba. Es una oda al perdedor. Humaniza como pocos filmes han podido hacerlo, al fracasado. Su protagonista, Nico (Guillermo Pfening) es un antihéroe por antonomasia: gay, cuarentón, inmigrante, artista maldito (en cuanto que es un actor, gay, cuarentón e inmigrante; es decir, un maldito desconocido). Julia Solomonoff (Directora), con la ayuda de Isabel Coixet (Productora), nos llenó la cabeza de preguntas: ¿Vale la pena arriesgar toda una vida, emigrar y comenzar de cero?, ¿por qué emigramos?, ¿Debemos aguantar tantos golpes y atropellos en tierra extranjera?, ¿Por qué hacerlo?, ¿hasta cuándo aguantar?, ¿debemos seguir luchando hasta... cuándo?, ¿cuándo saber que debemos rendirnos? Todas estas preguntas y sus posibles respuestas, sin duda son ásperas en estos momentos cuando la humanidad se está moviendo más que nunca y el cine complaciente apuesta por el happy ending, pero también resultan útiles para autoanalizarnos y descubrir un poco más de nosotros mismos... los inmigrantes.
Mención Especial: Mejor Documental del Año.
4.- Teatro de Guerra (Argentina)
Dir: Lola Arias
El documental artístico, creativo o alternativo cada día crece más... y este año 'Teatro de Guerra', fue la mayor joya de su corona. Lola Arias tomó sobrevivientes de ambos lados de la Guerra de las Malvinas (Argentina e Inglaterra), 30 años después de la misma, y los unió en la puesta en escena de su propia tragedia, desnudando la fragilidad de la humanidad, el absurdo incuestionable de la guerra y la semejanza (ingenuidad) de sus peones.
3.- Jeannette (Francia)
Dir: Bruno Dumont
Un canto a la libertad creativa, una joya del cine de autor... épica sobre una heroína pseudo santa (Juana de Arco) a ritmo de musical low-budget postmodernista. Reconocer a 'Jeannette' como una de las mejores películas del año es también reconocer al artista arriesgado, pero coherente con su estética y su contenido a partes iguales.
2.- I am not a Witch! (Zambia)
Dir: Rungano Nyoni
Esta película ha sido una dosis de poesía cinematográfica pura, bien necesaria entre tanta contaminación visual Disney-Marvel. La historia de una joven heroína (Maggie Mulubwa) condenada a un campo de concentración de Brujas en la Zambia actual es una denuncia contra el maltrato a la mujer en el continente africano, pero realizada como si se tratara de la puesta en escena de un mito. Un filme a ratos antropológico, a ratos realmaravilloso que no podremos olvidar en toda una vida.
1.- Ava (Irán)
Sadaf Foroughi
En la era del #meetoo y el #standup, 'Ava' se alza como una exquisita flor de poder femenino. Un filme poderoso con una joven protagonista musulmana (Mahour Jabbari) que destila seguridad en sí misma y en su pasión - la música - por encima de burkas, normas y convencionalismos. La mejor película que nos ha dado la República Islámica de Irán este año ha sido un huracán contra el machismo, contra la censura y contra el fundamentalismo en cualquier área de nuestra vida.
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