top of page
  • Foto del escritorLiceo Magazine

¿Qué pasa con 'Carmen y Lola'?


La ópera prima de Arantxa Echeverría se ha convertido en un fenómeno popular, un curioso logro del cine español que ha seducido a las grandes audiencias con esta enérgica historia de amor entre dos gitanillas.

Los gitanos son un símbolo tan español como las flamencas. Quizá ni ellos mismos lo saben (ni los españoles a secas, ni los gitanos), pero es así. Incluso, una de las gitanas más famosas de la historia, "Carmen", creada (por Henri Meilhac y Ludovic Halévy) e inmortalizada por (Georges Bizet) franceses, es española. En Latinoamérica, gitano significa España. Punto. Claro que la cultura popular también ha influido bastante. Piensa en "Kassandra", por ejemplo, una de las telenovelas más populares de la historia de la televisión (en su momento fue record guinnes de audiencia) cuya protagonista era una gitana venida de un circo español (aunque nunca utilizaron el acento, eran otros tiempos y lo inverosímil era parte del género telenovelesco). La gitana siempre ha sido símbolo de belleza absoluta, pasión desbocada, familia y tradición. Echeverría no cambia en absoluto estos conceptos. De hecho, "Carmen y Lola" respeta y se basa justamente en ellos: nuestras heroínas son hermosas, valientes, apasionadas... y la familia y la tradición sirve de contexto (y antagonista) para la historia de amor que surge entre ellas. Estas dos jóvenes de 17 años (Zaira Morales y Rosy Rodriguez) trabajan en los puestos del mercadillo de sus padres, una vendiendo objetos de segunda mano y la otra fruta. Ambas irán conociéndose y viendo despertar una atracción mutua mientras sus familias las presionan para que se casen lo antes posible y dejen la escuela, ya que las mujeres no necesitan aprender nada más que leer y escribir y su misión en la vida es cuidar de sus maridos e hijos.

Arantxa Echeverría flanqueada por sus heroínas (Foto: Inma Flores)

La ópera prima de Arantxa Echeverría se estrenó el pasado 7 de Septiembre - como no podía ser de otra manera cuando se trata de una película que se arriesga a tratar una verdad oculta - rodeada de polémica, siendo denunciadas por las propias gitanas (a través de la Asociación Gitanas Feministas por la Diversidad y Afroféminas, exactamente). Pese a ello, ha recibido un enorme apoyo popular, convirtiéndose en una de las sensaciones del cine español de 2018, sin otra publicidad más que el boca a oreja o las buenas críticas. Pero, ¿a qué se debe todo este fenómeno? Intentamos esbozarlo. 1.- Honestidad. Como ya dijimos, Arantxa no cambia nada, ella se centra, rescata y pone en el tapete la cultura gitana, utilizando la misma para enmarcar su historia de amor. ¿Cómo se interpreta el concepto "Honestidad" en el cine? En una atmósfera coherente y respetuosa con la realidad planteada, en un guión y una puesta en escena que destila años de investigación y preparación y un casting maravillosamente trabajado (aplausos extras para la madre de Lola). “Me moví en todos los foros LGTB para contactar con lesbianas gitanas y conocer sus historias. Toda comunicación que no fuera a través de las redes se hizo muy difícil”, contaba la directora al diario El País. 2.- Espontaneidad. La mayoría de los actores de "Carmen y Lola" (de hecho, todos menos Carolina Yuste, quien interpreta a la asistenta social) son actores espontáneos (o sea, no profesionales)... creando una complicidad absoluta con el espectador. “Dos veces a la semana, durante seis meses, vimos a 1.250 gitanos. Fue muy complicado. Zaira fue la número 8 y Rosy la 875. Eso no lo olvido. Sin ellas hubiese tenido que renunciar al proyecto”, recuerda Echeverría. 3.- Amor. Por supuesto, "Carmen y Lola" es una historia de amor y el amor es un concepto valiente estos días. Después de décadas de revolución sexual, la comunidad LGBTQ estaba necesitando ser representada a través del amor. "Call me by your name" fue una prueba rotunda del mismo y "Carmen y Lola" también apuesta por ello. Pero en este caso es mucho más valiente y arriesgada al contar por primera vez una historia de amor entre gitanas lesbianas, una comunidad totalmente invisibilizada dentro de su propia comunidad.

4.- Frescura. Uno de los mejores ingredientes de la película, es la frescura que se destila tanto en situaciones cotidianas como en la relación entre las heroínas haciendo que pasemos un buen momento sin tanto drama ni tragedia. "Carmen y Lola" es una película que permite que el espectador salga feliz del cine y dispuesto a recomendarlo al primero que se consiga por delante. "El día de la proyección (en Cannes) nos aplaudían sin parar. - Recuerda Zaira -. Llorábamos porque era el fin. Fue bestial, nos sentimos como Penélope Cruz. La gente nos pedía posar en la calle con ellos. ¿Pero esto qué es?, nos decíamos”. 5.- Profesionalismo y Experiencia: si bien, "Carmen y Lola" es una ópera prima y sus actores espontáneos, no crea que es el resultado de la buena suerte juvenil. Arantxa Echeverría tiene 50 años y lleva toda su vida dirigiendo cortometrajes y toda serie de audiovisuales por lo que C&L es el resultado de toda una vida de investigación sobre el cine, el amor, la mujer y nuestra sociedad.

bottom of page