Bueno, ese sería el título de una película perfecta y muy comercial: Yula, una joven bailarina rusa, hija de un profesor de español, traductor de Fidel Castro en sus constantes viajes a la Unión Soviética (¡Menudo comienzo!) emigra a Israel, específicamente a una zona ultra-ortodoxa donde el cuerpo (su instrumento) prácticamente no puede usarse para otra cosa que no sea caminar y en su caso, hacer las tareas domésticas. Pronto, a su salida de una clase de hebreo, Yula, rebaut